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Muchos colegios luego de la pandemia se han visto enfrentados a un desafío superior al que tenían anteriormente, siendo algunos de los factores comunes el rezago en aprendizaje, la falta de motivación y de equilibrio emocional en estudiantes y el alto estrés y agotamiento de docentes y directivos.
Frente a estos nuevos desafíos aparece una decisión que debemos tomar quienes trabajamos en educación:
¿Quiero impulsar caminos de solución o prefiero esperar y que otros se hagan cargo?
Si eres de quienes siempre cuentan con una dosis adicional de fuerza interior y estás dispuesta/o a impulsar un camino que lleve bienestar a tus estudiantes y a ti como educador, el mensaje de hoy es para ti.
Un estilo de liderazgo que considero que tiene que emerger en nuestras escuelas, tanto en docentes como directivos, es el LIDERAZGO RESONANTE, este es un modelo propuesto por Goleman, Boyatzis y Mckee que me ha inspirado grandemente.
Un gran líder, o un líder resonante, de acuerdo a estos autores, es aquella persona capaz de encauzar las emociones del grupo y canalizarlas en una dirección positiva, cumpliendo la función clave de disipar la bruma que generan las emociones tóxicas. Lo más importante no es lo que hace sino el cómo.
La ciencia del cerebro nos muestra que este tipo de líder afecta al grupo a través del «Circuito Abierto del Sistema Límbico» (centro cerebral de las emociones), que como su nombre lo indica, es «abierto», es decir puede ser afectado desde el exterior por otras personas, no así otros circuitos, como por ejemplo el sistema circulatorio, que es un circuito cerrado.
Esto del sistema abierto de las emociones se ve claramente en el estudio de Kelly y Barsade del año 2000, donde mostraron que dos personas que se sientan juntas en una reunión terminan compartiendo el mismo estado de ánimo luego de dos horas. Al ser un sistema abierto, se genera constantemente el efecto contagio emocional. Imagina el contagio que se está dando en nuestras aulas día a día.
Si queremos aprovechar esto como una oportunidad para influir positivamente, podríamos apoyarnos, por ejemplo, en que la risa y la sonrisa son las más contagiosas de todas las señales emocionales. Especialmente la risa, que el cerebro sabe que no puede ser fingida fácilmente, transmite cordialidad y si la mezclamos con el optimismo, tenemos las habilidades neuronales básicas para desempeñar bien el trabajo o el estudio.
Un líder resonante en el mundo educativo, logra resonar con sus estudiantes, es decir, alcanza una vibración sincrónica de emociones y energía. Cuando ocurre algo difícil dentro del aula como una discusión o un conflicto, el líder resonante empatiza con el grupo y vibra con ellos en esas emociones para luego acompañarlos en fluir hacia estados que permitan sanar y avanzar. Por el contrario, un líder disonante, preferirá pasar por alto el tema y hacer como que nada ha pasado, deseando que no vuelva a ocurrir algo así.
Cuando el/la líder pone su verdadero ser en el aula y conversa desde el corazón, niños y jóvenes lo perciben y se activa esta resonancia. En cambio, si seguimos en la vereda del líder disonante, eventualmente podríamos transmitir mensajes de ataque frente al comportamiento de un estudiante.
Recuerdo en una ocasión en que junto a Benja dábamos una charla acerca del juego en el aula en el GAM, un gran auditorio en Santiago por ahí por el año 2016, el expositor que vino después de nosotros comenzó diciendo «yo no vengo a jugar, sino a hablar en serio, porque la educación requiere seriedad» ¿Notaste el sarcasmo verdad?, el público había resonado con nosotros y por la frecuencia de este expositor, la gente no logró conectar, y ni siquiera lo dejaron terminar su charla.
Cuando usamos el sarcasmo, o cuando agredimos verbal o gestualmente transmitimos una frecuencia que genera un efecto de «inundación», donde el otro querrá huir o luchar, el ritmo cardíaco le subirá al menos 30 pulsaciones por minuto y quienes estén alrededor aumentarán su nivel de estrés. Todo lo contrario a lo que requieren nuestras aulas.
Ahora bien, no es suficiente con frenar nuestra lengua para evitar decir mensajes duros o a la defensiva, tenemos que cambiarnos de frecuencia emocional y lograr que lo que salga de nosotros sea la respuesta de un líder resonante. Para eso lo primero es identificar qué emociones están apareciendo en nosotros durante una clase ¿te lo habías cuestionado alguna vez? En segundo lugar, tenemos que aceptar ese presente emocional que estamos viviendo (que posiblemente se relaciona con el nivel de estrés en que estés). Finalmente, tendremos que convertirnos en artesanos emocionales que tiñen emocionalmente de forma positiva el aula.
A continuación quisiera regalarte un ejercicio de 3 pasos que te permitirá disponerte emocionalmente para iniciar el camino del liderazgo resonante:
Paso 1: El identificador de emociones.
Durante uno o dos días vas a anotar las emociones que surgen en ti en cada clase que das o en cada parte de tu día si te tocan labores de gestión. Es simple, imprime esta ficha de emociones y abajo anotas para cada clase cuál emoción surgió y qué situación la gatilló. Recomiendo hacerlo apenas terminas la clase, así no se te olvidarán los detalles.
Paso 2: La aceptación.
Ahora quiero invitarte a que tomes las anotaciones acerca de tus emociones y busques algunos patrones que se repitan. Quizás la irritación está repetida varias veces, tal vez la incomprensión también aparezca, u otras. Sin importar lo que encuentres, este ejercicio se trata de llegar a aceptar esa realidad tal como es, conectando con la frecuencia de la aceptación. La idea es no juzgarte, podrías acompañar el momento diciendo frases como «irritación, te abrazo y te agradezco por aparecer en mis clases, quizás buscabas cuidarme de … , contigo logré aprender que….». Transfórmalo en un tiempo valioso, quizás puedes escribir tus palabras si te ayuda a darle fuerza a esta experiencia.
Paso 3: Tiñendo mi clase.
Como tercer paso quiero invitarte a que busques una emoción que te gustaría activar en tu clase, recomiendo la alegría y el entusiasmo. Para tu próxima clase lleva un ejercicio o actividad donde esa emoción aparezca. Conéctate con tus estudiantes emocionalmente desde el inicio, aplica la empatía e identifica aquellos momentos en que logran resonar en conjunto.
Si te resonó el mensaje del día de hoy es probablemente porque estamos en la misma frecuencia y sabemos que ya llegó el momento de comenzar a levantar con fuerza a nuestros niños y niñas y a nuestra sociedad. En próximas oportunidades seguiremos indagando en ideas para llevar a la práctica un liderazgo resonante.
Muchos docentes me han manifestado que creen que parte de sus estrés y agotamiento actual se deben al desgaste emocional y a la mayor presión que sienten debido a que sus estudiantes están distintos después del regreso presencial al colegio.
Según sus testimonios, algunos estudiantes están más apáticos, en otros existe un mayor nivel de desmotivación y desinterés por las clases, a otros les cuesta trabajo compartir con sus pares y están irritables, lo que a veces deriva en conflictos.
Frente a esto, podemos esperar a que el tiempo cure las heridas, a que las familias, el colegio o las autoridades hagan algo o bien, podemos ponernos manos a la obra y aprovechar esto como una oportunidad para transformar nuestras clases y lograr incluso mejores resultados que los que teníamos antes de la pandemia.
Para lograr esto, te invito a volver a lo esencial. En particular quiero poner el énfasis en que los niños aprenden a través del juego y del hacer, experimentando con las cosas del mundo que les rodea; por ejemplo, la idea de que el agua moja, que puede estar fría o caliente, que se puede verter de un recipiente a otro, se aprenden mejor a través de vivenciarlas.
En la medida en que los niños avanzan en la escuela, muchas veces se va perdiendo el juego, y las tareas ya no son tan entretenidas, o quizás no las entienden muy bien o simplemente prefieren hacer algo que consideran más divertido.
A veces caemos en el error de querer que nuestros estudiantes nos escuchen mientras les explicamos cómo se hacen las cosas. Sin embargo, ellos van a aprender de mejor manera cuando sean los protagonistas de la acción, cuando las lecciones las aprendan por sí mismos.
Aquí llega un momento crucial, en que tienes que ponerte una mano en el corazón y tratar de mirar -sin miedos y sin juzgar- qué tan motivantes están siendo tus clases. ¿Del 1 al 10 cuán motivada/o estarías tú misma/o si fueras uno de los estudiantes de tu clase?
Este análisis tienes que hacerlo teniendo claro que has puesto mucho esfuerzo en cada clase que has realizado, para que tu ánimo no decaiga. Todo lo contrario, con esto se abre una oportunidad de poder incorporar nuevos elementos a tus clases y transformarla en algo apasionante para tus niños y para ti.
No te preocupes y no le des espacio a esas dudas que puedan venir a tu mente en este momento. Te invito a confiar en tu potencial personal para volver a tener nuevamente clases llenas de vida, atención, sorpresa, alegría y participación.
Algunas ideas que podrían ayudarte a llevar esto a la acción:
1 – Energía de Activación: comienza tu clase de manera energética y alegre. Tal como dice Elsa Punset, las emociones se contagian, así que llevemos entusiasmo como primer ingrediente al aula. Puedes saludarles de una manera amable y preguntarles ¿Cómo están? dos o tres veces, invitándoles de manera persuasiva a que pongan más energía al responder. Puedes apoyarte con las gráficas de «en la escala de los gatitos ¿Cómo te sientes el día de hoy?», en google encuentras muchas imágenes con escalas de gatos, perros, personajes de películas y mucho más. Si vas un paso más allá puedes hacer tus propias creaciones.
2 – Conectar tu clase con algo cercano para tus estudiantes: aquí tenemos que hacer un trabajo de campo preguntándole a nuestros estudiantes qué música, qué videojuegos, qué series y qué juegos les gustan. Si eres profesor de ciencias, algunas canciones de Dua Lipa como Break My Heart (rompiste mi corazón) o Fever (fiebre) podrían servirte como música de entrada, para luego conectar el título o la letra con el contenido de la clase. Si enseñas historia, quizás la historia de cómo ha sido el éxito del grupo coreano BTS o de cómo se ha transformado la música latina en los últimos 10 años, podrían servirte para hacer un paralelo con el periodo de la historia que quieres enseñarles durante la clase. Si enseñas matemáticas, tal vez puedes contarles acerca del rol de las probabilidades en el juego League of Legends (LOL).
3 – Deja que el jugar en equipo haga su magia: a veces nos desgastamos hablando y tratando de hacer que los niños entiendan algo o que nos pongan atención. Sin embargo, existe un camino mucho más efectivo: plantearles un juego o desafío en equipo. El juego más simple puede ser que tienen 10 minutos para investigar con sus teléfonos acerca de la materia que estás viendo y tienen que resolver una pregunta aplicando eso que investiguen. Por ejemplo, los juntas en equipos de 5, les das 2 minutos para que le pongan nombre a su equipo (así estimulas que socialicen y generen confianza), luego les das el desafío. Si enseñas lenguaje, el desafío podría ser «en equipos de 5, primero tienen que investigar en internet cuáles son las diferencias entre una prosa y un verso. Luego tienen que escribir un ejemplo de cada una donde se hable de algún problema que hayan tenido el último año».
Para cerrar, solo quisiera decirte que el único secreto para aplicar estas ideas es la CONFIANZA. Tienes que confiar en que ellos responderán adecuadamente y que serán capaces de trabajar en equipo en pos de una meta. Y más importante aún, confía en que tendrás un gran desplante y tus estudiantes agradecerán esta nueva versión de ti. Puedes practicar frente a tu espejo la noche anterior si quieres, para llegar con más seguridad.
Te invito a llevar esto a la práctica.
Estaré feliz de recibir tus correos solicitando ideas para trabajar cierta temática de tu asignatura o bien contándome cómo te resultó llevar estas metodologías a tu sala de clases.
¡La alegría y la gratitud hoy fluye a través de mí! y es que esta semana me conecté con la verdadera fuente del cambio; el amor.
El amor es más que una frecuencia electromagnética o una fuente inagotable de energía positiva, es mucho más que una combinación de neurotransmisores. El amor es la base de todo, es darle a tu vida la misión de servir, de expandirte y de estar consciente que se puede estar mejor y cambiar el mundo. Pienso que de esto trata tu rol, de amar, de amarte, de cuidarte y con esta base pavimentar el camino de tus jóvenes.
Lo interesante es que el amor se puede trabajar e inclusive automatizar en tu vida. Si escuchaste bien, lo puedes automatizar. ¿Cómo? A través de hábitos.
Hoy terminé de leer un libro llamado «Hábitos atómicos», un libro extraordinario que me dejó algunas enseñanzas que quiero compartir contigo para que puedas vivir una vida más en armonía, en amor contigo mismo y en amor con tu entorno.
La ciencia nos dice que nuestro comportamiento es casi automático. Entre el 40% y el 60% de nuestras decisiones diarias son hábitos: Vamos a los mismos lugares, comemos las mismas comidas, hablamos con las mismas personas. Estos comportamientos automáticos tienen una función. Ahorrarte energía.
Somos esclavos de nuestros pensamientos, comportamientos y emociones. ¿Cuántas veces has intentado comenzar la dieta o ir al gimnasio? ¿Cuántas veces has intentado dejar de fumar o detener algún patrón nocivo en tu vida? ¿Cuántas veces lo has intentado pero en la práctica haz fallado? Hoy intentaré entregarte una nueva filosofía, la del «hábito atómico», para que puedas protegerte energéticamente y sumar puntos en la dimensión del autocuidado.
Hay un poder enorme escondido en los «hábitos atómicos». Estos son hábitos tan pequeños que el esfuerzo que implica realizarlos es prácticamente cero.
Cada vez que queremos generar un gran cambio en nuestras vidas podemos caer en el «abismo de la desilusión» que es el momento en que me comprometo a hacer algo, pero no lo sostengo en el tiempo. Aquí te van algunos conceptos y tips para resignificar tus hábitos y vincularte de manera triunfal ante un cambio de comportamiento para tu vida.
1.- El cambio se logra desde la vereda de la autoimagen: Siempre nos estamos enfocando constantemente en hacer algo por un resultado, cuando la realidad del cambio surge del cambio de identidad. Confundimos y le damos absolutamente toda la importancia a las metas cuando en realidad lo relevante es enfocarnos en el sistema que produce el hábito.
Si quieres realmente cambiar y darle un sentido de progreso a tu vida enfócate en quien quieres ser (tu identidad) y enfócate en el sistema no en la meta.
La palabra identidad viene del latín esentitas que significa ser / existir y la palabra identider que significa repetidamente por lo que tu identidad es la repetición de tu existir, es decir, eres tus hábitos.
Por lo tanto decide la persona que quieres ser y demuéstratelo con pequeñas victorias.
2.- Los hábitos poseen cuatro pasos: señal / anhelo / respuesta / recompensa : La neurociencia nos indica que estos cuatros pasos son la clave para desarrollar un comportamiento nuevo. Como educadores y guías hemos estudiado a B. Skinner, quien nos muestra como funciona la conducta. Primero recibo una señal, genero el anhelo para convocar a la acción o la inacción (respuesta) y finaliza el proceso con una recompensa que me permite adquirir satisfacción para poder repetir la actividad.
Para crear un nuevo hábito debo hacerlo obvio, atractivo, sencillo y satisfactorio.
Para eliminar un pasado hábito debo hacerlo invisible, poco atractivo, difícil e insatisfactorio.
Por ejemplo si quiero eliminar el hábito de ver televisión quizás una buena decisión podría ser desconectar el televisor o guardarlo. De esta manera si quiero ver TV tendría que incurrir en grandes cantidades de energía para poder hacerlo. Ya ese hábito se me hizo poco atractivo y difícil.
Si quiero comer comida saludable, quizás podría el domingo cortar frutas y verduras y dejarlas en el refrigerador. De esta manera comer sano será fácil y sencillo.
Uno de los secretos está en cómo creo el entorno para que la señal, el anhelo, la respuesta y la recompensa estén alineadas con lo que quiero lograr.
3.- El ambiente define tus hábitos: Tu entorno te define y eres el reflejo de los hábitos y conductas de tu grupo de trabajo, amigos y familia. Teniendo esto en cuenta si quieres adquirir nuevas habilidades y hábitos debes salir a conocer nuevas personas y grupos. Ojalá que sean grupos que estén alineados con los resultados que quieres tener. Este es un atajo que te permitirá lograr lo que quieres en tiempo récord. Si la conducta te da aprobación del grupo estarás más proclive a hacerlo. Usa la psicología a tu favor para entender como funcionas y maximizar tus resultados.
4.- Avanza despacio, pero sin mirar atrás: «lo perfecto es enemigo de lo bueno». Seguramente has escuchado esta frase y es que es mejor hacer un hábito atómico que esperar hacerlo todo a la perfección.
Recordemos que un hábito atómico es un hábito tan pequeño que requiere un mínimo de esfuerzo:
Si quiero hacer deporte diré » mi hábito atómico es hacer una flexión de brazos».
Si quiero leer diré «hoy leeré solo una página de este libro».
Si quiero comer más sano «Cada vez que coma comeré primero las verduras, luego el resto».
Recuerda que lo importante es la cantidad de veces que repites un hábito no el tiempo involucrado en tu hábito.
5.- Prepara el ambiente: «un hábito, un lugar». Procura estar preparando tu ambiente para lograr nuevos comportamientos. Si aíslas tu hábito con condiciones, ambientes, lugares y personas correctas el éxito será tu destino.
Con estos tips te comenzarás a preparar para una vida de autocuidado. Muchas veces no somos conscientes de cómo ciertas acciones nos matan lentamente. Prepárate para recibir lo mejor y para sacar lo máximo de ti, porque con buenos hábitos mejorarás la relación contigo mismo, tu salud física y emocional y por supuesto la relación con los jóvenes en las aulas.
¡¡¡Ahora te toca a ti!!!
Ejercicio para tu vida:
1) Haz una lista de todos tus hábitos de un día y marca con signo + si son positivos, signo – si son negativos y signo = si son hábitos neutros.
2) Ordénalos, y crea un día ideal. Incorpora hábitos que quieras hacer en un día y elimina los que no quieras hacer y monitorea tu progreso de ese día. Solo hazlo por un día. Tu día de hábitos.
3) Aplica la regla de los 2 minutos. Apenas estés en el horario del hábito demórate máximo 2 minutos para iniciar la acción.
La mejor manera para crear este día es ponerle hora y lugar al hábito que vas a ejecutar.
Para seguir profundizando de hábitos y autocuidado te recomendamos el libro «Productividad Máxima».
Si quieres ver un resumen del libro, haz clic al siguiente video.
Recuerda suscribirte a nuestro canal de YouTube y revisar nuestra última jornada de «DIDÁCTICA EN VIVO».
¡Hoy estamos de fiesta! estamos terminando el mes de Mayo y ya nos acercamos a la mitad de este nuevo año, lleno de desafíos y nuevas maneras de ver el mundo.
Esta fiesta la quiero celebrar contigo, ya que eres una real súper héroe detrás de cámaras, y lo honraré con una propuesta muy especial. Lee hasta el final de este correo para ver las sorpresas y regalos que recibirás solo por el hecho de abrir y leer este correo.
Antes, te recuerdo que la semana pasada tuvimos un live fascinante, puedes revivirlo acá, muchos docentes de todo Latinoamérica nos acompañaron en esta experiencia, esta semana innovaremos en un nuevo formato, así que ¡atento a la jugada!
Desde mi perspectiva, la didáctica lúdica es una de las maneras más efectivas para posicionarte como un profesor jefe o director cool, esto porque la tecnología y la gratificación inmediata han hecho que el celular sea más entretenido que la clase frontal y tradicional.
Pero, «no contaban con mi astucia», diría el chapulín colorado, porque hay un factor que la tecnología aún no ha podido solucionar y es la interacción humana y el factor social. Es tu momento para adelantarte a los nuevos tiempos y hacer cosas diferentes para generar confianza, empatía y marcar el destino de los jóvenes que están en tus aulas.
Si, ya sé, a veces tenemos aulas complicadas, muchas veces la disposición no es la mejor, pero créeme que si logras conectar desde una perspectiva más humana, desde una vereda menos frontal y más de «coach», tus alumnos te verán como un referente.
Hoy en día la educación se ha tornado más desafiante porque tu misión es trabajar en ti, que puedas transformarte en luz y ejemplo para los estudiantes. Antes el modelo frontal requería solo de tu presencia, hoy el sistema moderno, con alumnos más conectados con la información requieren de tu congruencia (y ¡que difícil es lograr esto!).
Hoy, en este correo te revelaré algunas herramientas y actividades claves para poder mejorar tu clima en el aula y así mejorar los niveles de aprendizaje de tus estudiantes y tu relación con ellos. No son fórmulas mágicas, pero si son ejercicios ultra mega validados por nuestra experiencias en miles de aulas, en mis 15 años apoyando a docentes de todo el mundo.
Abróchate el cinturón y disfruta de algunos clásicos del cine del Emprendejoven 2010 y 2015.
1.- Pies: un clásico de Emprendejoven para poder fomentar el trabajo en equipo. Me da mucha risa este video ya que verán mi versión del año 2010, pero la dinámica es infalible para poder mejorar las relaciones en el curso. Desarrollo muy fuerte de la creatividad y el trabajo en equipo. (ver el vídeo acá)
La segunda actividad infalible es…
2.- Orden: Otra actividad buenísima es esta, los alumnos mejoran sus habilidades de comunicación, convivencia y trabajo en equipo… es un infalible del pool Emprendejoven para mejorar las relaciones interpersonales al interior del aula. (ver el vídeo acá)
La última actividad que te entregaré el día de hoy es la que más me gusta y solo porque me veo más guapo que en los otros videos del 2010 😉
3.- Fortalezas y debilidades: En este juego los estudiantes podrán desarrollar el autoconocimiento y ver cómo nos ven los demás. Un HIT en el mundo de las dinámicas para fortalecer las relaciones de curso. (ver el vídeo acá)
Espero que puedas aplicar estas dinámicas y me cuentes qué tal te fue, recuerda que lo que más me da felicidad en el mundo es recibir el feedback tuyo! Escríbeme a benja@emprendejoven.cl
Suscríbete al canal que ya tiene más de 23.000 docentes y más de 4.5 millones de reproducciones, estaremos subiendo más dinámicas en las próximas semanas.
Por último, contarte que este jueves realizaremos un desafío único con Esteban. Someteremos nuestra creatividad al máximo en el desafío «DIDÁCTICA EN VIVO». Donde ustedes, docentes y directores, nos propondrán casos y desafíos y nosotros los resolveremos en vivo.
Hoy te revelaré uno de los secretos mejor guardados en educación… Hoy te presentaré la fórmula del DETOX CEREBRAL que contempla 24 horas resistiendo algunos placeres… Aquí te va la ciencia detrás y cómo esta nota va a mejorar tu salud mental.
¡¡Así es!! la ciencia lo avala y tiene que ver con un neurotransmisor llamado DOPAMINA… el neurotransmisor del placer y del logro de metas.
En este texto te revelaré las principales razones del agotamiento, la depresión y el conflicto en los colegios, y una solución que te sorprenderá. Es un poco difícil pero sé que al leer esta nota lo entenderás muy bien.
El cerebro es un órgano fascinante, nos permite pensar, accionar, reflexionar y motivarnos hacia el logro de cosas, a esta dimensión llamada motivación le haremos un doble clic para entender cómo nos motivamos y qué está sucediendo con las nuevas generaciones hoy.
La dopamina es un neurotransmisor que esta ligado a la motivación, al logro de objetivos y al placer. Cada vez que terminamos una tarea, una meta o un desafío el cerebro nos recompensa con dopamina, lo que nos da bienestar y placer.
La tecnología, las redes sociales, los juegos, la comida chatarra nos entregan tanto placer que nos hemos vuelto adictos a los likes, a lo fácil, a lo entretenido, dejando el esfuerzo, la perseverancia y la constancia como elementos poco seductores en el ámbito cotidiano…
¿Para qué esforzarme si puedo obtener placer inmediato con mi celular?
El gran dilema y desafío que tienen los docentes alrededor de Latinoamérica… los jóvenes están poco motivados porque el sistema les entrega placer inmediato sin esfuerzo alguno. El problema de esto es que los umbrales de dopamina se van desgastando con el tiempo dejando nuestro potencial dopamínico cada vez más abajo, provocando en el mediano plazo una menor liberación de dopamina por las acciones realizadas terminando esto en desmotivación, depresión y baja energía hacia el logro de metas y objetivos.
Es decir, cada vez que como comida chatarra esta me da menos dopamina que la vez anterior, lo mismo con los videojuegos y con las redes sociales, lo mismo con el sexo y con la tecnología… Si es que no logro ser consciente de que mis niveles disminuyen constantemente, con el tiempo caeré en depresión y esta es una de las claves para el autoconocimiento y la motivación personal. Estoy seguro de que este es el escenario del 99% de los jóvenes, completamente intoxicados por el exceso de dopaminas en sus vidas producto de la tecnología, las redes sociales, los juegos y lo gratificación inmediata.
Hoy no vine solamente a contarte de los problemas relacionados con nuestra sociedad actual, si no que también traigo una solución para resetear nuestro cerebro y poder vivir una vida más plena. La solución se llama un día de aburrimiento o llamado de manera más cool como un día de «detox dopamínico».
Por ejemplo en el ámbito alimenticio lo llevaríamos al plano del ayuno. Si ayunas por 24 o 48 horas, junto con regenerar tu cuerpo, te darás cuenta que lo que comas luego de este proceso de «aburrimiento» o «sacrificio temporal», tendrá un sabor increíble, aunque sea un simple plato de arroz. La «comida chatarra» o «fast food» liberan gran cantidad de dopamina al ser consumida. ¡¡Que rico comer una hamburguesa con una porción grande de papas fritas!! Para disminuir las dopaminas vinculadas a la alimentación, un ayuno de 24 – 48 horas te ayudará a resetear las dopaminas que liberas ligado a la alimentación. Además, es un gran ejercicio de autocontrol.
El detox dopamínico es un ejercicio de autocontrol, donde debes dejar de hacer todas las cosas que te generan placer por un plazo de 24 horas a la semana.
La habilidad clave que desarrollaremos, es una de las habilidades más importantes según la neurocientista Adele Diamond, el AUTOCONTROL.
Son múltiples los estudios que hablan acerca de cómo el autocontrol es una de las tres habilidades más importantes para la vida. Con autocontrol, la evidencia nos habla de que disminuye la criminalidad, el consumo de drogas, mejora la salud financiera de las personas, disminuyen los conflictos en la vida (Moffit et al. 2011). Esta es la habilidad clave para disminuir los conflictos en el aula.
El primer paso es que tú comiences como el promotor del detox dopamínico y me comentes qué tal la idea o qué tal te fue. Teniendo como base dejar toda actividad que te de placer por 24 horas.
El detox dopamínico conlleva en dejar de hacer las cosas que más nos gustan por 24 – 48 horas con el fin de darle al cuerpo un descanso en los neurotransmisores del placer y de este modo mejorar el nivel de placer futuro.
Un correcto detox incluiría los siguientes elementos:
1.- Ayunar por 24 horas.
2.- Dejar tu celular sin batería por 24 horas.
3.- Desconectar el televisor por 24 horas.
4.- No jugar videojuegos por 24 horas.
5.- Sin sexo por 24 horas.
Quizás a algunos la que más nos costaría sería la última 😳… pero vale la pena resistir por una recompensa mayor ¿te hace sentido?
Bueno, ¿Qué cosas sí se pueden hacer?
1.- Salir a caminar.
2.- Meditar.
3.- Reflexionar.
4.- Tomar una siesta.
5.- Escribir.
Además, te dejo este video para que profundices acerca de la dopamina y su efecto en el cerebro. Una reflexión para orquestar con tus colegas.
Una semana más desde la baticueva, entregándote contenidos de altísimo valor para reflexionar, mejorar e ir con todo hacia un futuro positivo, empoderador y de alto impacto.
Abrazo de gol,
Benja.
PD: Lo que más me entregaría dopamina sería recibir un correo con tus impresiones de este nuevo newsletter. Los respondo yo manualmente, así que anímate a escribirme! benja@emprendejoven.cl
Yo tenía tan solo 9 años y esa tarde recién volvía del colegio cuando sin explicarme nada, los adultos de mi casa me decían “no te preocupes Esteban, tu mamá va a estar bien, tú tranquilo”. Con esas palabras que intentaban darme calma, yo me iba preocupando y asustando poco a poco.
Luego se atrevieron a contarme que mi madre había tenido una crisis mientras iba manejando, que ella estaba bien, que logró frenar milagrosamente y que ahora se la habían llevado al hospital. Al recordar esto, me vuelvo a conmover y siento esa misma transpiración fría que recorrió mi espalda a tan temprana edad.
Mi madre ya venía muy estresada hace meses y le habían recomendado “bajar dos cambios”, pero había continuado con la misma intensidad de siempre y llegó ese momento en que su cuerpo le dijo “hasta aquí llego yo”. Ahora estaba en la clínica internada y sedada por unos días para regular sus niveles.
Cuando volvió a despertar estuve con ella y le di un abrazo tan apretado y largo que quería que durara para siempre. Se veía débil pero seguía con esos ojos de luchadora que siempre me han inspirado.
Los doctores fueron claros: esta crisis es por un estrés crónico y ella ya llegó a un nivel de depresión importante, tiene que estar en cama durante un mes con muchos sedantes, luego de eso veremos cómo evoluciona. Lo más preocupante es que al parecer se le activó un cuadro bipolar.
Este fue uno de los momentos cruciales en mi historia de vida, mi madre había sido profesora durante muchos años en los lugares más pobres de Santiago de Chile, entregando lo mejor de ella para familias que estimaba profundamente. Sin embargo, por no cuidarse, el escenario era incierto.
“Se busca reemplazo” decía el aviso que publicaron para encontrar a alguien que tomara el lugar de mi mamá.
A veces nos desgastamos en exceso y perdemos de vista lo verdaderamente importante, la vida es como una maratón, tenemos que dosificar los esfuerzos para poder completar la carrera.
Es tiempo de cuidarnos.
Cuando hablo del autocuidado, no me acerco desde la teoría, sino desde lo más profundo de mis memorias emotivas de aquella época difícil junto a mi madre. Cuando veo a un educador más estresado de lo razonable tengo que decirle “no vale la pena perjudicar tu cuerpo ni tus emociones, el momento de cuidarte es hoy, no en un tiempo más”.
Los que hacemos nuestro trabajo con pasión y compromiso, especialmente en educación donde otros cuentan con nosotros, a veces nos echamos toda la carga al hombro y hacemos esfuerzos importantes para seguir adelante a pesar de todo. Eso en principio es admirable, pero tenemos que aprender a dosificar para no quemarnos.
Lamentablemente no siempre tomamos las mejores decisiones cuando estamos en esas circunstancias. De acuerdo con Amy Arnsten, académica de la facultad de medicina y neurociencia de Yale University, estresados tomamos malas decisiones debido a que se debilita nuestra capacidad de usar la memoria de trabajo y de focalizar nuestra atención.
Uno de los neuroquímicos del estrés es el cortisol y los científicos mencionan que tenemos una presión interna de cortisol muy alta cuando nos estresamos, y cuando esos niveles siguen subiendo es como que nos rebalsamos o explotamos. Lo que vemos como arranques de rabia, de ansiedad o agresividad.
Pasamos de momentos puntuales de emociones negativas a estados anímicos que quedan instalados y tiñen todo lo que hacemos.
Nuestra familia o amigos suelen hacernos comentarios como “te hablo y no me escuchas”, “andas como irritable”, “te veo cansada/o”. Y aunque tengan la mejor de las intenciones, solo logran irritarnos más con esas palabras.
Pero ¿por qué entramos en estas espirales de estrés y agotamiento? Esta es una de esas heridas del COVID. Quienes están trabajando en los colegios hoy en día se enfrentan a un nivel de esfuerzo muy superior al de los dos años anteriores, sumado a que muchos niños vienen cargados con emociones negativas de hogares donde el estrés también abunda.
Si estás en esta senda negativa, es urgente que comiences a dar un giro. Solo de esa manera podrás disfrutar nuevamente de lo mágico de la vida, podrás descansar y relajarte de manera profunda y estarás en buen pie para ser un aporte humano y profesional para tus estudiantes.
Baja el cortisol y sube la serotonina.
Algunas herramientas a nuestro alcance que te recomiendo 100% para regular tu estrés al bajar los niveles de cortisol y aumentar la serotonina, la hormona de la felicidad:
Exponerte al sol, cosa que a muchos nos faltó durante las cuarentenas.
Tomar duchas calientes o ir al sauna.
Dormir suficiente, si no logras conciliar el sueño puede ser que estés entrando a niveles de estrés dañinos para ti.
Cambiar las prioridades y ponerte primero tú, aprender a escuchar a tu cuerpo y sin pensarlo dos veces, hacer ejercicio de manera regular. Puedes comenzar con una caminata de 30 minutos 3 o 4 veces a la semana y día a día vas subiendo levemente la intensidad.
La neurociencia del logro de metas nos indica que para motivarnos a lograr una nueva meta, el ideal es visualizar la imagen de nuestro objetivo deseado. ¿Cómo imaginas que estarás cuando llegues nuevamente a tu óptimo estado emocional, físico y mental?.
Y la mejor manera de sostener la motivación, aunque sea contraintuitivo, es visualizando cuáles podrían ser las consecuencias negativas de no lograr esa meta. En este caso las consecuencias podrían ser que termines enferma/o, teniendo que estar un mes en cama, o bien, alejando o dañando a quienes más te aman.
Si te motivaste y quieres empezar a cuidarte de verdad, te invito a tomar acción ahora mismo respondiendo este correo con unas breves palabras de compromiso y respeto por ti misma/o. Te sentirás empoderada/o luego de ese simple acto.
Para cerrar la historia con la que comencé, mi madre luego de un tiempo logró sobreponerse y más adelante volvió a encontrarse con sus queridos estudiantes.
pd: Recuerda compartir este mensaje con aquellas personas de tu equipo que también podrían beneficiarse al leerlo.
Un abrazo fuerte, de esos que la pandemia ha querido quitarnos pero que no lo logrará.
Hoy te quiero contar lo que aprendí luego de trabajar en las escuelas más conflictivas del mundo.
Sí. Tal cómo le leíste en el título… Estos últimos años he estado viajando y visitando escuelas por el continente americano y el medio oriente. Desde escuelas ícono del conflicto en México, hasta el famoso barrio 13 en Medellín Colombia, lugar que hace 10 años atrás era considerado como uno de los lugares con mayor violencia del mundo.
*Lo que leerás a continuación no representa la opinión de Emprendejoven, sino de quien lo representa en este correo, es decir, yo Benja. Una mirada intuitiva a los conflictos en el aula y sus potenciales resoluciones*
Lo primero que quiero plantear es que independiente de la cultura, la nacionalidad y las vivencias de cada individuo he logrado identificar patrones y consejos que te pueden aliviar la presión de ser el «resuélvelo todo».
Contexto :
Las nuevas generaciones son las primeras en tener a ambos padres en el mercado del trabajo, esto ha llevado a la creación de una generación que intenta llamar la atención para recibir el afecto y el cariño social. Esta falta de atención, con el mundo tecnológico presente, se ve muy evidente en las redes sociales donde buscamos la aprobación social a través del ¡LIKE!
Este método de aprobación pone en evidencia las carencias afectivas y de confianza en uno mismo, buscando fuentes externas de validación. Aunque los jóvenes son muy heterogéneos y poseen diferentes intereses y ambiciones, pienso que la tecnología es un punto de encuentro, el cual nos lleva a pensar y repensar la manera con la cual nos relacionamos con nuestros estudiantes.
La falta de la figura de autoridad en el hogar nos lleva a reflexionar acerca de si el docente debe ser una, o simplemente un mediador de la convivencia y del contenido… Este es uno de los grandes temas en el mundo de la convivencia… «la rebeldía» ante el sistema, la autoridad y si esto lo combinamos con las precarias habilidades de comunicación e inteligencia emocional el resultado es la escalada de conflictos que tenemos hoy en las aulas.
Si a toda esta ecuación le sumamos la pandemia, donde estuvimos sumergidos en reglas y control, solo nos lleva a un escenario lleno de pólvora y activadores de fuego, donde cualquier cosa puede estallar en conflicto.
El día de hoy te quiero compartir una mirada respecto a la mentalidad correcta y diversas estrategias para protegerte mental, energética y espiritualmente para escenarios donde estos conflictos puedan estallar.
MENTALIDAD:
1.- Tu salud mental y tu vida es lo más importante: Muchos docentes y directivos caen en la «trampa del dar». Esta es una situación donde siempre ponemos al otro en prioridad antes que a nosotros mismos. Es importante que tengamos claro que la persona más importante en nuestras vidas somos nosotros mismos y que nuestra salud es lo más relevante. Si estamos bien, todo va a estar bien. Si nos comprometemos demasiado y ponemos en riesgo nuestra salud e integridad la historia no terminará bien.
2.- Nada es tan importante: Siempre es un buen momento para seguir aprendiendo, y lo que he notado que a muchas personas les falta aprender a no tomarse todo de manera tan grave, a que las cosas pasan y el tiempo todo lo sana. Todos los días y a cada minuto seguimos aprendiendo a tomar la vida con más calma.
3.- La trampa del Ego: Muchas veces nos sentimos ofendidos por ciertos actos o palabras que nuestros colegas o los jóvenes arrojan de manera antojadiza a situaciones cotidianas o de conflicto. A veces nos sentimos profundamente ofendidos y esto nos desestabiliza emocionalmente. Siempre piensa que NUNCA es acerca de ti, si no de las personas en conflicto, trata siempre de interpretar los hechos desde donde vienen y desde la emocionalidad que viene… Como escuché por ahí «el que se enoja pierde el juego».
ESTRATEGIAS:
1.- El humor como receta: Si te tomas la vida con más liviandad, así lo percibirán tus colegas y tus alumnos. Pienso que hacer esto es un gran mensaje para tu audiencia, el estar enfocado en las cosas importantes de la vida y comprender que los conflictos disminuyen si es que no te estresas ni te comprometes emocionalmente. Usa el humor, los chistes o una sonrisa para romper la tensión de la situación.
2.- Respira y abstráete de la situación: Si te estas estresando, el concentrarte en tu respiración te permitirá poner atención en tu cuerpo y no en el conflicto, eso te dará mayor ecuanimidad y mente fría a la hora de opinar o resolver este tipo de situaciones.
3.- Responde desde el corazón y con brutal honestidad (sin herir a nadie): Nuestro cerebro ocupa mucha energía en situaciones inconclusas y en no decir las cosas por miedo al que dirán. Lo mejor es ser radicalmente honesto, poner una mano en tu corazón y hablar desde tus profundos sentimientos. Esto te liberará y te hará sentir bien contigo mismo, que es lo que todos buscan, el sentimiento de paz interior.
Una mirada simple acerca de la mentalidad correcta y estrategias para abordar tu sala de clases en tiempos como hoy… Aquí te dejo una dinámica para que apliques con tu curso y un video de reflexión para que entiendas visualmente como un acto bueno se desencadena en múltiples buenos y como un enojo o un conflicto desencadena en múltiples conflictos.
La ley de la causa y efecto, la ley del ying y el yang, del alfa y el omega… procura sembrar buenos sentimientos, lindas acciones y a interpretar desde tu mente lo mejor para todos los involucrados!!
Mira y comparte este video con tus alumnos y alumnas para que reflexionemos acerca de esta obra maestra que nos permite comprender como un buen acto se desencadena en múltiples buenos actos… imagina un conflicto en tu aula en lo que puede desencadenar.
Luego de ver el video, si me mandas un correo con tus impresiones ¡sería el más feliz de la tierra! benja@emprendejoven.cl
Honrando todos tus éxitos personales y esperando que este contenido te sirva para vivir una vida más plena, me despido con un gran abrazo de gol.
Recuerdo marzo de 2020 cuando la OMS declara pandemia a nivel mundial y los países toman la decisión de recluir a las personas en las casas, jamás pensé lo que vendría después, casi dos años de transformar radicalmente nuestra forma de relacionarnos.
Dos años de incertidumbre, donde estuvimos más aislados y ansiosos. No tan solo eso, todos sabemos que en muchas familias el trabajo escaseaba, el estrés comenzó a aumentar y en muchos casos sufrimos pérdidas importantes.
El mundo de la educación también se vio fuertemente afectado. Muchos niños, niñas y jóvenes sin las condiciones para estudiar, educadores aprendiendo nuevas formas de enseñar en un paradigma digital donde se hacía difícil capturar la atención de los estudiantes.
Cuando ya nos íbamos acostumbrando a esta realidad vino un nuevo cambio que nos golpeó como sociedad, en marzo de 2022 retomamos la «normalidad» en los colegios asistiendo de manera presencial y comenzamos a observar efectos que dejó la pandemia.
El aislamiento, la falta de socialización y el estrés que estaba presente en los hogares nos cambió. Los estudiantes se ven diferentes a cómo los recordábamos y la convivencia en la sala de clases surge como un tema crítico.
Mayor irritabilidad, insultos a flor de piel, dificultad para concentrarse y para seguir instrucciones, en resumen, las energías llegaron desbordadas y esto sorprendió a educadores que aún no se recuperaban del agotamiento del año anterior.
La historia se continúa escribiendo, pero en el camino muchos maestros han visto superados sus límites y han necesitado tomar licencia debido al estrés, en un contexto donde hemos tenido conflictos que escalan rápidamente a violencia y amenazas.
Ahora bien, la situación ha sido distinta en cada colegio y para cada persona, como dice Humberto Maturana, cada uno es un observador único, por lo que también cada evento lo hemos interpretado de una manera subjetiva y nos ha afectado de formas diferentes.
Me aventuro a decir que podríamos estar de acuerdo en que la pandemia ha dejado heridas en las comunidades educativas. Educadores que pierden la motivación al verse solos, superados y afectados emocional y físicamente, en especial cuando ven consecuencias en sus propias familias.
Otras heridas quedan en esos estudiantes que dejan de sentirse acogidos por el sistema y desertan de la educación. Según John Cacioppo la soledad es como un iceberg, podemos ver la superficie pero hay mucho más que está bajo la superficie.
La gran herida del COVID, que aún tenemos abierta, es la soledad de tantos estudiantes y educadores que requiere sanar prontamente.
Quisiera darle un vuelco a estas palabras y pasar de un mensaje de dolor a uno de esperanza, fuerza y optimismo.
De acuerdo a Daniel Goleman la esperanza es creer que uno tiene la voluntad y los medios para alcanzar sus objetivos, y hoy quiero decirte con total claridad que tienes el potencial para superar este tiempo difícil y volver a disfrutar del educar.
Mis tres principales recomendaciones como primeros pasos en la senda de reconstruir con nuestras propias manos una convivencia armoniosa en nuestra escuela:
En primer lugar, obsérvate a ti misma/o y sé capaz de identificar el nivel de estrés con el que te encuentras. En la escala de 1 a 10 en estrés, ¿en cuánto estás? y más importante aún ¿cuál crees que sería un nivel saludable para ti?
En segundo lugar, te invito a mirar la relación que estás teniendo con tus colegas y preguntarte ¿qué paso puedes dar para tener conversaciones más constructivas que apunten a superar las heridas del COVID?
Por último, observa con nuevos ojos a tus estudiantes y trata de ver más allá de la punta del iceberg ¿con qué te encuentras?
En un próximo artículo profundizaré en acciones concretas que te ayudarán en estos desafíos, para que estés atenta/o.
Esto recién comienza, espero haberte ayudado a mirar este tremendo tema con ojos renovados. Cuando hablamos de mejorar la convivencia, tenemos que comenzar por un buen diagnóstico y luego hacernos cargo de lo prioritario para sentar bases firmes.
Por eso te invito a que tomes acción inmediata cuidando tu salud personal que es lo más importante y que luego comiences a generar conversaciones enriquecedoras con quienes te rodean.
Si este mensaje te ha servido, se generosa/o y compártelo con aquellas personas de tu equipo que también podrían beneficiarse al leerlo.
Por último, te invito a que me cuentes cuáles han sido las heridas que ha generado la pandemia en ti y en tu escuela, puedes hacerlo con toda confianza, lo recibiré con absoluto respeto, gratitud y confidencialidad.
En el nuevo desafío de quedarnos en casa y aumentar el aislamiento social para prevenir contagios de covid19, son muchas las iniciativas en las que podemos trabajar para convertirlas en éxitos. Esa idea postergada por falta de tiempo, ese proyecto que guardaste por meses en tu cabeza hoy pueden volverse real con los secretos que te cuento en esta nota.
¡El tiempo es oro! Y aprovecharlo de manera eficaz es todo un desafío, sobre todo si debemos organizar y planificar un buen proyecto.
Y es que realizar tal gestión requiere de una planeación paso a paso de cada una de sus actividades con sus respectivos objetivos, por lo que distribuir y aprovechar al máximo el tiempo es sumamente importante.
Una óptima planificación de tareas implica preparación y se organiza en torno a una distribución adecuada del tiempo disponible.
En este sentido, la falta de organización es la principal causa de fracaso en el desarrollo de cualquier proyecto.
Tal como sucedió con el transbordador espacial Challenger desarrollado por la NASA, el cual se desintegró en su décima misión causando la muerte de sus 7 tripulantes a los 73 segundos de su lanzamiento, el 28 de enero de 1986.
Pues a raíz de este suceso, la NASA tomó la firme decisión de cambiar la organización hacia la excelencia en la gestión de proyectos, creando el Instituto de Administración de Proyectos (PMI), el cual es una de las herramientas más importantes de toda la corporación, ya que le ha ayudado a planificar mejor, optimizar los recursos y responder a las exigencias actuales.
De la experiencia de la NASA podemos inferir que, no contar con una adecuada planeación además de disminuir las posibilidades de éxito, trae riesgos que no deberíamos estar dispuestos a correr.
Por lo tanto, si nos encontramos ante la labor de llevar a cabo un buen proyecto, aquí te presento 5 tips:
1.- Definir claramente los objetivos: Lo primero que debes hacer para un buen proyecto es formular los objetivos que deseas alcanzar. Estos deben ser SMART, que significa, específicos, medibles, alcanzables, realistas y oportunos.
2.- Establecer plazos: define si tu proyecto es a largo o corto plazo, de esto dependerá si trabajarás sobre una base diaria, semanal o quincenal. Esto te permitirá también llevar un registro de las metas y logros preestablecidos.
3.- Identificación de recursos: Determina las herramientas, instrumentos, y medios con los que cuentas o serán necesarios para la puesta en marcha del proyecto. Ten en cuenta, que estos pueden ser humanos, mecánicos, tecnológicos, y/o económicos.
4.- Elaborar el plan de acción: En esta parte se establecen las fechas y plazos, así como las actividades que deberán hacerse según las estrategias pautadas. Cabe destacar que debe tenerse cierta flexibilidad en su aplicación en caso de presentarse alguna eventualidad.
5.- Valoración de resultados: Aquí se procede a evaluar si se han cumplido o no los objetivos. Esto puede documentarse de modo que se recopilen los resultados obtenidos de cada evento apreciado, lo que permitirá seguir adelante o reformular el plan.
Para finalizar, lo esencial de lograr organizar un buen proyecto es el seguimiento y aplicación de una serie de pautas que no son más que fases o etapas que se cumplen dependiendo del método de gestión empleado.
Sin embargo, lo más común es iniciar con el establecimiento de objetivos, luego con el desarrollo del cronograma, después con el presupuesto e inventario, y por último ilustrar el plan y aplicar lo aquí plasmado, llevando un registro de cada fase.
En estos tiempos de cambio en nuestro planeta, aprovechemos de cambiar, organizar y planificar todo lo que tenemos en mente lograr y alcanzar. Aprovechando la presencia de los niños en la casa, podremos inculcar la importancia de usar estos consejos a la hora de plantearse un buen proyecto.
“Lo más importante de este mundo no es saber dónde estamos, sino hacia dónde vamos”. –Goethe.
La ansiedad, definida por la RAE como “el estado de agitación, inquietud o zozobra del estado de ánimo”, es sufrida crónica o esporádicamente por muchos de nosotros, y generalmente es algo que no queremos experimentar.
Pero lo cierto es que, muchos la hemos padecido en algún momento de nuestra vida, en circunstancias como una entrevista de trabajo, una presentación en público, una ruptura amorosa o la pérdida de un ser querido, por mencionar algunas.
Si bien manifestar la ansiedad es normal, el problema surge cuando estos episodios se prolongan y dificultan nuestro día a día, por lo que se hace necesario aprenderla a controlar.
La ansiedad surge como un sistema de defensa ante situaciones que no sabemos cómo manejar y se manifiesta tanto en el estado de ánimo como físicamente, con dolores, cansancio extremo, insomnio, cambios de conducta y muchos otros síntomas.
Estadísticas sobre la Ansiedad en América Latina
La Organización Mundial de la Salud (O.M.S), señala que la prevalencia en América Latina por trastornos de ansiedad está entre 9,3 y 16,1%.
Este estudio también revela profundas brechas de tratamiento, alcanzando un 73,3% en adultos y 82,2% en niños y adolescentes.
Igualmente, el 22,4% de la población en la región, es decir 1 de cada 5 personas sufre de dolencias mentales como depresión y ansiedad severa.
Cabe destacar que América Latina y el Caribe como en el resto del mundo, el impacto de estas dolencias sobre las personas y la economía es significativo.
7 consejos para manejar la ansiedad
1.- Comunica tus emociones: es importante que aprendas en todo momento a comunicar tus emociones. Identifica a personas de tu entera confianza y comunícales si te sientes, triste o cansado.
De igual forma, buscar ayuda de especialistas es también importante, contar con personas que te brinden seguridad y apoyo, no está demás.
2.- Descubre lo que te hace feliz: Tanto la depresión como la ansiedad van de la mano; y una causa bastante frecuente de este padecimiento es intentar complacer a otras personas, dejando de lado lo que realmente deseamos hacer.
Descubre aquello que te apasiona, trabaja cada día en esa actividad que te hace verdaderamente feliz, sin que te importe la opinión de los demás y se tú mismo. Y procura mantenerte libre de pensamientos negativos.
3.- Siéntete bien contigo mismo: Disfruta de ti mismo y tu soledad, si bien es cierto que rodearte de personas medicinales te hace sentir bien, es necesario, también que te acostumbres a interactuar contigo mismo.
4.- Observa y moldea: Prestar atención a aquellas personas que no muestran ansiedad ante situaciones que a nosotros si nos la genera es de gran ayuda, y sirven de modelos consientes para tratar de transformar nuestros patrones de conducta.
Conversar con estas personas sobre las técnicas que les han servido a ellas, hará que tengamos fe y esperanza en que si es posible manejar la ansiedad.
5.- Cuida tu salud, ejercítate y descansa: Evita fumar, e ingerir bebidas alcohólicas, esto te hace sentir inestable y dependiente de ellas. A su vez, son sustancias nocivas que afectan tu bienestar emocional y tu salud.
Ante esto, hacer ejercicio, ayuda a evitar el exceso de activación del sistema nervioso permitiendo conseguir un sueño más reparador. Por lo tanto, dormir bien y tener buenos hábitos alimenticios, ayuda a equilibrar nuestro organismo.
6.- Establece metas: Define prioridades y proponte metas. Realiza una lista con aquellas cosas que deseas realizar y alcanzar a corto plazo bien sea personales, laborales o simplemente un plan diario de tus actividades rutinarias.
7.- Oración, meditación y lectura: Combinar estas tres técnicas es esencial para combatir el estrés y reducir la ansiedad.
Practicar el Mindfulness te ayudará a conseguir una atención plena. Hacer esto en un ambiente relajado, centrando la atención en ti y las sensaciones corporales te permitirá experimentar emociones agradables.
A partir, de aquí puedes practicar el arte de la oración o leer alguna lectura que alimente tu alma.
Para finalizar, si sigues estos consejos podrás manejar la ansiedad negativa, que te impide salir airoso de esas situaciones complicadas.
Por lo tanto, libérate de todo aquello que no es saludable, personas tóxicas, malos hábitos, pensamientos negativos y así atraerás todo lo positivo a tu vida.
“Aunque la ansiedad sea parte de la vida, nunca dejes que ella controle tus movimientos”. Paulo Cohelo –.
Luego de unas merecidas vacaciones inicia como de costumbre un nuevo periodo escolar y padres e hijos deben prepararse para volver a clases sin estrés.
El solo hecho de pensar en que debe retomarse la rutina y reordenar hábitos de sueño y alimentación genera tensión.
El estrés y su cuerpo
El estrés proviene de cualquier situación o pensamiento que te hacen sentir irritable o nervioso y es un sentimiento de tensión física o emocional.
Por lo que tu cuerpo reacciona ante este, liberando hormonas y haciendo que el cerebro entre en estado de alerta aumentando las pulsaciones y generando rigidez muscular.
El estrés puede ser crónico o agudo, en este último el cuerpo se mantiene en estado de alerta incluso cuando no hay peligro, lo cual no es muy positivo, ya que con el tiempo, el cuerpo puede experimentar problemas de salud como obesidad, diabetes, depresión, ansiedad u otras.
El mal del siglo XXI
Mucho se ha dicho que el mal del siglo XXI es el estrés. Un informe del Banco Mundial señala que adultos y niños estresados pierden la confianza, son inseguros, y no controlan sus emociones.
Y según datos de la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro personas sufre de al menos un trastorno mental en el mundo. En América Latina el fenómeno más complejo está relacionado con la aceptación del estrés.
A pesar de que existen diversas situaciones que causan estrés, una de las más fuertes es la demanda familiar, que no sólo implica la manutención de la misma sino la integración y participación responsable en las actividades de los hijos.
Por lo que planificar el regreso a clases debe ser una tarea importante, pero realizarla sin mayores complicaciones y anticipadamente evitará cargas emocionales innecesarias.
Así que, a continuación, te presentamos algunas sugerencias de interés que puedes transmitirles a los padres de familia, en tu labor de docente.
5 consejos para volver a clases sin estrés
1.- Planificación anticipada: Organizarse es lo principal, informarse sobre el tiempo que falta para el inicio de clases, y realizar las compras de útiles y uniformes a tiempo es primordial.
Apoyarse en una lista permitirá saber qué está hecho y qué falta por hacer, al igual que estructurar el día en función de estas tareas.
2.- Reestablecer paulatinamente la rutina: días antes del inicio de actividades es aconsejable retomar los horarios de ir a la cama, comer, o recrearse. Es ideal ir acomodando el horario tradicional de asistir a clases.
3.- Establecer reglas y hábitos de estudio: Una de las actividades que deben retomarse es la de hacer la tarea, por lo que darles a conocer la hora de estudiar a los niños no solo es suficiente.
Así que, poniéndolo en práctica, haciendo lecturas, investigaciones o ejercicios prácticos de matemáticas o caligrafías, ayuda a que se haga costumbre.
4.- Comunicarse: dar a conocer el nuevo cronograma por medio de pizarras o carteles, y decir los aspectos positivos de volver a clases como, reencuentro con amigos, aprender cosas nuevas, enfrentarse a retos y desafíos entretenidos, mejorará su relación con la escuela.
5.- Organizar el espacio destinado parea útiles y estudio: Llevar un inventario y reciclar útiles, permitirá saber las condiciones y con qué se cuenta para evitar gastos no deseados.
Así como también, ordenar el sitio donde estos se almacenan permitirá que los niños se sientan más motivados a la hora de estudiar, en especial si los artículos escolares son divertidos.
Para concluir…
Difundir estas recomendaciones, durante una fugaz conversación con los padres de tus estudiantes les ayudará a que el inicio de clases no sea una tarea estresante.
Haz que sientan tu apoyo, de modo que esto signifique un gran aporte en el proceso de enseñar y educar a la sociedad del mañana.
“La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón”. – Howard G. Hendricks.
Con cada nuevo año escolar surgen los buenos propósitos, con planes, estrategias, normas y buenos hábitos que nos permitan obtener los mejores resultados.
En este sentido, prepararse mejor para los meses venideros representa un gran reto para ti, tus estudiantes y sus representantes.
Además, para enfrentar un nuevo año académico es clave que los padres acompañen de forma efectiva el proceso de aprendizaje de sus hijos.
No solo prestando atención a sus calificaciones sino a otros factores como su desenvolvimiento, esfuerzo, participación y manejo del tiempo; pues a veces muchos padres desconocen el nivel en que se encuentran sus hijos, en cuanto a desarrollo académico se refiere.
Un estudio realizado en el 2018 por Learning Heroes, señaló que “un 90% de los padres piensan que su hijo está a nivel del grado”, pero este número en realidad es mucho más bajo.
A este respecto, el mismo estudio indicó que “solo el 39% de los docentes dicen que los estudiantes comienzan el año escolar preparados para el nuevo grado”
De este modo, afrontar el inicio de un nuevo periodo de clases debe comenzar con una estimación previa sobre el progreso que tiene el estudiante, a fin de conocer en qué punto se encuentra el desarrollo académico del escolar.
De esta manera, será posible prepáralos mejor para los próximos meses que estarán llenos de desafíos, retos y diversión.
Para este fin, hoy queremos presentarte 5 claves para enfrentar un nuevo año escolar.
1.- Evaluación y diagnóstico: Analiza cada una de las habilidades y destrezas que posee el niño a través de pruebas o test, o simplemente revisando las calificaciones del año anterior.
Identificar las fortalezas y debilidades académicas es fundamental para definir nuevas estrategias y prepararlo para aprender nuevos temas.
2.-Establecer objetivos: Conocer las expectativas del escolar es primordial. Estar al tanto sobre lo que les gustaría aprender conlleva a definir nuevos intereses y a hacer seguimiento de su desarrollo, así como trazar un nuevo plan de acción.
3.- Premiar el esfuerzo: Es importante hacerles saber a los estudiantes que el esfuerzo conduce al éxito. Cada vez que sea alcanzada una meta, recompénsalo. De este modo sabrá apreciar y dar valor a las cosas que posee o adquiere. Y estará motivado a ir por más.
4.- Fortalecer las habilidades para la vida: Virtudes como comunicarse eficientemente, resolver conflictos, la seguridad en sí mismo y el autocontrol constituyen una gran ayuda tanto en la escuela como fuera de ella. Esto les permitirá desarrollar mejor su potencial.
5.- Integrar representantes, alumnos y personal académico: Es de suma importancia que los padres conozcan lo que sus hijos hacen en la institución, al igual que los docentes deben tener una relación agradable con sus estudiantes.
En este sentido, la escuela y su personal deben estrechar lazos con las familias, pues esta sinergia permitirá tener un trato armonioso ya que todos forman parte del proceso de aprendizaje.
Para cerrar, es favorable que nosotros los docentes seamos mas consecuentes y aplicar lo planificado generando así un clima propicio ante este entorno conformado por padres, alumnos, profesores y escuela.
“La educación es nuestro pasaporte para el futuro”. – Howard G. Hendricks.
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